Además de otras condiciones mentales, la depresión es un trastorno real y es más que simplemente sentirse “triste”. La depresión es una enfermedad mental que afecta a todas las poblaciones, especialmente a los adultos mayores, debido a la disminución de la calidad de vida y la falta de conexiones familiares frecuentes.
A menudo, los pacientes mantienen oculta la depresión debido a la vergüenza o al miedo a ser estigmatizados. Cuando no se trata, puede afectar negativamente nuestras actividades, incluidas las relaciones familiares y personales.
Algunos de los síntomas de depresión que se encuentran en el DSM-5 TR son:
- Insomnio y problemas de descanso.
- Problemas de apetito adversos.
- Irritabilidad persistente y actitudes antisociales.
- Sentimientos duraderos de tristeza, vacío y falta de control.
- Pérdida total o parcial del deseo de realizar actividades y falta de satisfacción.
- Sentimientos subsiguientes de vergüenza y culpa.
- Pensamientos, tendencias o intentos suicidas.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aproximadamente 1 de cada 6 adultos sentirá depresión en algún momento de su vida. La depresión afecta a unos 16 millones de adultos estadounidenses cada año. El tratamiento a tiempo y eficaz para la depresión es de suma importancia.
¿Cómo puede ayudar un profesional de la salud mental?
Las terapias psicológicas pueden ser muy eficaces para ayudar a una persona a lidiar con la depresión.
- Pueden evaluar los niveles de depresión y formular un tratamiento psicológico.
- Si es necesario, se pueden hacer derivaciones a un psiquiatra o a un centro de salud apropiado para obtener la ayuda requerida.
En algunos casos, una persona puede experimentar una mejoría simplemente con un apoyo social y familiar bien dirigido.